¿Te ha pasado que, aunque tu equipo de trabajo maneja una buena relación y sinergia laboral no logran cumplir sus objetivos al finalizar cada mes? Esto podría darse por una falta de organización y planteamiento de metas a corto y largo plazo. Y es que, para tener éxito en el ámbito empresarial no basta solo con aportar grandes ideas de negocio, sino, también, saberlas aterrizar ¿y cómo hacemos eso? Siendo conscientes de los procesos que te permitirán obtener buenos resultados.
Pero…¿Qué són las metas?
En pocas palabras, las metas son el fin u objetivo al que se dirigen todas las acciones que realizan, en su gestión diaria, tanto tú, como tus compañeros de trabajo. En un contexto empresarial, dichos fines pueden ser económicos, sociales, comunicacionales, etc. Por tanto, tienes que ser consciente y estratégico al momento de establecer estos parámetros.
Tips para establecer metas realistas
Así pues, es de suma importancia que, a la hora de proyectar tus metas tengas en cuenta tu contexto. Dado que, sin un conocimiento profundo de tu entorno —problemáticas y posibles oportunidades— estarías destinando todo tu esfuerzo al fracaso.
¡Pero no te preocupes! En este artículo te traemos 6 claves para establecer metas realistas:
- Sé conciso
Por sobre todo, tus metas deben ser fáciles de socializar —piensa siempre en tu equipo—. Considera que, si lo que comunicas no se entiende será igual de difícil realizarlo.
- Identifica tus prioridades
Tratar de realizar mil tareas a la vez y no acabar ninguna conlleva una pérdida de tiempo. Asimismo, fijar demasiadas metas, sin conocer su prioridad solo te mantendrá ocupado, pero no te ayudará a comprender cómo ejecutarlas de forma correcta. Así pues, estar al corriente de la relevancia de cada criterio te permitirá tener una mayor flexibilidad en tu gestión.
No temas, de la misma forma, cambiar el orden de prioridades según como este te acerque a cumplir tus objetivos.
- Mide tus metas siendo SMART
Lo óptimo es que, al fijar metas integres a estos objetivos SMART. Es decir, específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporalmente realizables. De esa manera, puedes incorporar indicadores que comprueben de forma periódica los niveles de cumplimiento de las metas —y, si es necesario, replantear las estrategias para lograrlo—.
- Involucra a tu equipo en el proceso
Recuerda que, las propuestas, estrategias y decisiones se nutren de diferentes puntos de vista y de un enfoque con base en la comprensión total de tu negocio. Por ende, las metas no deberían ser ajenas a tu entorno laboral. Es más, al mantener un ambiente de trabajo comunicativo podrás orientar mejor tu desempeño y el de tu equipo.
- Piensa en tu economía
Determina el momento perfecto para invertir o realizar un préstamo —en función de tus proyectos—. Contemplar los pros y contras de realizar cualquier acción económica; te permitirá dar preferencia a las metas que, con anterioridad, hayas organizado según su importancia. Así, te será más fácil evadir gastos innecesarios.
- Haz una evaluación constante
La retroalimentación de cada parte del proceso es de suma importancia para fortalecer la comunicación y concluir correctamente el flujo de trabajo. De esta forma, es posible revisar en conjunto las tareas y resultados —destinados para cada meta—, discutirlos y generar planes de acción para mejorar el desempeño en el futuro.
Por último, ten presente que, si planteas y sigues las metas de tu empresa o negocio, de acuerdo a estos criterios, podrás, con total seguridad, cumplir tus objetivos. Y sí, sabemos que, sobre la marcha pueden surgir imprevistos, pero con una estructura comunicacional sólida y un trabajo en equipo eficiente podrás superarlos.
¿Te ha gustado este artículo? Te invitamos a visitar las demás entradas de nuestro blog y aprender temas de gran utilidad en el mundo contable y empresarial¡Nos vemos pronto!