¿Estás entusiasmado por emprender, abrir tu propio negocio o empresa? Posiblemente ya tengas definido el tipo de mercado, así como el producto o servicio que vas a ofrecer y hasta tengas el espacio que vas a utilizar. Pero… ¿ya has pensado en lo más importante? Sí, me refiero al nombre con el cuál tus clientes te van a identificar.
Aunque parezca un poco obvio, comenzar por nombrar tu marca, te parecería increíble la cantidad de ocasiones en las que este paso se deja para el último —y termina por definirse de forma apresurada— sin conciencia de cómo esto puede perjudicar al negocio.
Tienes que tomar en cuenta que, en base al nombre que utilice tu marca girarán aspectos fundamentales como la identidad visual de tu empresa, su tono y personalidad. Por lo cual, no deja de ser un elemento clave para tu crecimiento y posicionamiento empresarial.
Eso sí, sabemos que este proceso puede ser complejo, por todo lo que implica. Por eso, hemos preparado una breve guía de naming que te ayudará a elegir la mejor opción para denominar tu empresa.
¿Qué es el naming?
Su traducción literal al español es “nombrar” y, en sí se define, en la cultura empresarial, como el conjunto de técnicas que son empleadas para crear y posteriormente desarrollar el nombre de productos, servicios, empresas o proyectos en general. Para este fin, el naming obedece a una serie de factores —emociones, experiencias, atributos— que la entidad desea transmitir al público. Además, deberás procurar manejar un lenguaje que se vea directamente relacionado con cómo vas a comunicar tus valores y objetivos.
¿Por qué el naming es importante?
La buena gestión de una marca se da mediante la implementación de varias estrategias que tienen como finalidad hacer que los consumidores reconozcan tu negocio. En el caso del naming es necesario tomar en cuenta aspectos como el tipo de mercado, el público objetivo y factores internos y externos.
De esta manera, puedes establecer cuáles son las características que te diferenciarán de tu competencia. Es decir, podrás empezar a definir los cimientos de tu negocio y tendrás la oportunidad de controlar la forma en cómo tu marca será lanzada al mercado.
Factores a considerar al nombrar tu negocio
- Originalidad y exclusividad
Es indispensable que el nombre que adopte tu empresa sea notable y distinto a los demás. Ten presente, también, si al decirlo en voz alta resulta agradable y fácil de pronunciar. Solo así, podrás evitar utilizar un apelativo similar al de tu competencia que pueda distraer la atención de posibles clientes.
- Claridad y concisión
No pierdas de vista que, los nombres cortos suelen ser los que más rápido quedan plasmados en la mente del público. De igual forma deberás elegir una opción que no sea demasiado abstracta —tanto en su escritura como en su lectura— o que pueda relacionarse con un mercado o producto diferente al tuyo.
- Transmite correctamente el mensaje
Es preferible, que escojas un nombre que pueda expresar lo que tu marca busca compartir con su público objetivo. Puesto que, si este se aleja por completo de lo que quieres comunicar solo causará confusión para tus consumidores potenciales.
- ¿Es fácil recordarlo?
Si has tomado en cuenta los aspectos anteriores, sabrás que lo que buscas al ponerle un nombre a tu marca es que el público lo recuerde. En otras palabras, que sea fácil de asimilar y que, al mismo tiempo, le permita a tu cliente diferenciarte del resto de marcas que ha visto o escuchado.
Por último, no olvides que la inventiva y el trabajo en equipo son fundamentales para crear un buen nombre. Haz que los integrantes de tu negocio se involucren en el proceso y escucha sus ideas con atención. Sé consciente de que, un buen nombre no solo definirá tu marca, sino que te permitirá tener un mayor número de clientes que, en un futuro, puedan recomendarla.
